La capital italiana es una de las urbes más antiguas y mejores conservadas del mundo, por lo cual no sorprende que haya una gran cantidad de museos, sin embargo conviene tener en cuenta a muchos de ellos y si se puede viajar a la ciudad más de una vez, tratar de recorrerlos.
El Piccolo Museo del Purgatorio (pequeño museo del purgatorio), se ubica en la iglesia del Santo Cuore del Sufraggio, dedicada a redimir a las almas que están en el Purgatorio.
Este museo se ubica a poca distancia del Vaticano, y rememora a las almas que aún esperan la redención eterna en el catolicismo. Son aquellas personas que han vivido su vida lo suficientemente bien como para no ir al infierno, pero no tanto como para ir al cielo, y pasan un período de sufrimiento antes de ser perdonados por sus pecados.
Pero ocurre que los vivos pueden reducir, mediante la oración, el tiempo de permanencia en el purgatorio. Incluso, se creía que los muertos podían visitar a familiares o amigos para pedir que recen por ellos y así reducir su tiempo en el purgatorio.
Es más, hay casos en los que esta alma de visita dejaba su marca en algún objeto como prueba de su presencia, en general quedaba como una quemadura. El padre Jouet, un párroco de esta capilla en el siglo XIX se dedicó a documentar estos casos y reunió unos 280, que forman parte de este museo. Se trata de ropas, libros, camisas y otros materiales en los que aparecían manchas que mostraban diferentes figuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario