domingo, 29 de julio de 2012

Reformas del calendario

Desde tiempos antiguos, en la península Itálica, los pueblos prerromanos utilizaban diferentes calendarios ligados al ciclo lunar. En Roma se fijó un calendario de 304 días distribuidos en 10 meses en los cuales 4 de ellos eran de 31 días y el resto de 30. Curiosamente estos debían ajustarse anualmente, por pontífices, siguiendo siempre criterios astronómicos. Los calendarios también se ajustaban según la duración de los cargos públicos, así prorrogaban la duración o cambiaban la fecha de las elecciones. El astrónomo griego Sosígenes de Alejandría elaboró el calendario Juliano en el cual trasladó el inicio al 1 de Enero en lugar del anterior 1 de Marzo. El calendario Juliano llegó a Roma gracias a Julio César y se compone de 365 días divididos en 12 meses. Existe una excepción en la cual se le añade un día al mes de Febrero por lo tanto hay 366 días en el calendario, es a lo que llamamos año bisiesto. Este hecho tiene varios errores que más adelante fueron reformados por el Papa Gregorio XII en el año 1582. La reforma gregoriana hizo que los meses recibieran nombres; januarius (31 días), februarius (29), martius (31), aprilis (30), maius (31), junius (30), quintilis (31), sextlis (30), september (31), october (30) y december (31). En el año 44 a.C. Marco Antonio hizo una petición para cambiar el mes de quintilis por Julius en honor a Julio César. El Senado aprobó en el 23 a.C. cambiar el mes de sexilis a Augustus. Como la persona de Augusto era bastante vanidosa paso de tener 30 días a 31, para que no hubiese 3 meses seguidos con 31 días, Julius y September pasaron a tener 30 días. Esta división sigue siendo hoy en día nuestro calendario.

Origen de la palabra Naranja

La naranja no sólo es una saludable fuente de vitamina C y antioxidantes con grandes beneficios para la salud, sino que posee una curiosidad en su nombre que la relaciona con los elefantes. Los primeros cultivos fueron en el sureste asiático, India, Vietnam y en el sureste de China. En sánscrito, la palabra "narangah" queria decir literalmente "veneno para elefantes". ¿Por qué un nombre tan poco sugerente para una fruta tan beneficiosa? Porque una antigua leyenda contaba que la naranja era tan dulce y rica que los elefantes de tanto comerlas acababan muriendo. La palabra que la relaciona en inglés (Orange) proviene del idioma Tamil ("Orangu") y se traduce como "6 y 5".